sábado, 2 de agosto de 2008

Había un grupo de cuatro...

Había una vez un grupo de cuatro personas que se llamaban: "Alguien", "Nadie", "Todo el mundo" y "Cualquiera".
"Todo el mundo" estaba seguro de que "Alguien" haría un trabajo importante que "Cualquiera" podría hacer. Pero "Nadie" lo hizo.
"Alguien" se disgustó porque pensó que era el trabajo de "Todo el mundo" y que "Cualquiera" podía haber exigido de "Alguien" que lo hiciera; y podía haber acusado a "Cualquiera" por no realizar el trabajo que "Todo el mundo" debe participar.
Conclusión: Si "Alguien" trabaja, con amor e interés, entonces, "Nadie" culpará a "Cualquiera" porque "Alguien" habrá hecho el trabajo donde "Todo el mundo2 debe participar.

No hay que esperar que otro realice lo que compromete mi responsabilidad.

Anónimo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es interesante la última frase "No hay ke esperar ke otro realice lo ke kompromete mi responsabilidad". El asunto es ke uno no puede hacer todo, entonces hay ke delegar, el problema es ke tampoko se sabe si el otro kumplirá. Lo uno es komplikado y kansón, lo otro es angustiante y a la vez kansón.
O decido konfiar en otros y kedar mal kuando esos otros me defrauden, o no konfiar, siempre kedar bien, pero rendir menos.
Es un dilema difícil de resolver desde mi perspektiva y sobre todo kuando los cerkanos te hacen kedar mal.

Carlos Cuervo dijo...

Ta bonito... y tiene razón... como lo de cuidar al planeta... me hizo tomar conciencia de alguna que otra cosa...